martes, 2 de noviembre de 2010

¿caemos o nos dejamos caer?

Hay veces que parece que el mundo gira muy deprisa a nuestro alrededor, nos quedamos parados, mirando cómo la gente camina...
Decidimos emprender el camino y vamos caminando mientras repasamos el suelo y nuestra mirada es triste, lánguida y desvanecida...
Sentimos como una bolita de acero va desde nuestro estomago a nuestra garganta y allí se queda, tragas tragas y tragas, pero aquello sigue allí. Abrimos bien los ojos y respiramos profundo, a veces también abrimos las fosas nasales para evitar lo irremediable, que las lágrimas caigan por las mejillas...
Sabemos que tenemos que ser fuertes, que tiempos mejores vendrán, que aunque nos sintamos solos hay mucha gente a nuestro lado que si nos ve caer, nos dará la mano, pero quieras o no a veces es inevitable dejarse caer. ¿porqué? porque tenemos la necesidad de levantarnos por nosotros mismos...jamas caeremos tanto y tan abajo como para matarnos, alguien nos rescatara cuando estemos a punto de chocar con el suelo, pero quizá... lo que buscamos sea eso... notar el suave tacto de una mano que nos recoge, nos recompone, nos arregla un poco y nos vuelve a colocar en nuestro sitio...como la de una madre

a veces siento que respiro.. respiro... y respiro.. pero no es suficiente... puedo apaciguarlo, puedo retrasarlo, pero jamás retenerlo por mucho tiempo... respiro respiro y respiro... pero la bolita sigue ahí...doliendo...


¿qué es mas importante, lo que nos pasa o lo que SENTIMOS que nos pasa?
¿qué es mejor que nos deseen o sentirnos deseados?
¿qué es peor, que nos rechacen o sentirnos rechazados?

Tenemos que cuidar más de nuestros sentimientos que es lo que realmente importa...

jueves, 7 de octubre de 2010

El dolor de ser realmente uno mismo...

A veces, ese caparazón del que tanto habla la gente no existe, a veces somos tal y como somos pero no dejamos ver una pequeña parte de nosotros ¿por qué?

Yo ultimamente, estos días atrás, he descubierto que me muestro tal y como soy, al 100%, a muy pocas personas. Quizá mucha gente me ha visto desnuda, pero tan solo unas pocas me han visto sin defensas.

¿Por qué? porque duele mucho señores ser rechaza, olvidada, duele que te dejen de querer cuando eres uno mismo. Si eres "otro" no duele tanto porque siempre te queda echarle la culpa a que no te conocian tal y como eres. Pero cuando te encuentras con un amarillo y te desnudas frente a él, te sientes pequeñito, muyyy pequeñito, y el mas mínimo rechazo, produce un gran dolor.

Por suerte, cuando te desnudas frente a una de estas personas, él se desnuda tambien, lo quiera o no. Y eso hace que el lenguaje oral pase a un segunda plano, y podamos leer en sus ojos, en sus manos, en sus gestos, todo aquello que nos dice sin hablar.

jueves, 2 de septiembre de 2010

vacio

A veces uno siente la necesidad de desaparecer del mundo, coger el bolso y desaparecer, dejar a los compañeros de trabajo trabajando, dejar a los compañeros de piso.. allí solos.. dejarlo todo, que nadie pregunte donde vas o de donde vienes y desaparecer un rato contigo misma.

Que nadie te vea, salir y sentarte en medio de la calle y que nadie te mire, que no te vean, hacer cosas para poder sentirte sola, no de soledad, sino.. sola. Sentir que el mundo sigue sin ti y que realmente eres algo pequeñito.

Como diría Mafalda "que alguien pare el mundo que me quiero bajar". Uno se cansa de dar vueltas sobre la misma rueda y quiere cambiar el sentido.

Cuando uno no puede hacer lo que quiere, con quien quiere y cuando quiere, aprende mucho de uno mismo y del autocontrol.

Hay veces que es imposible no intervenir en la vida de los demás y hay otras veces que aunque quieras modificarla o simplemente formar parte, es imposible.

¿Hasta donde es preciada la libertad?¿sabemos apreciarla?¿es tan cara como dicen? Hay veces que la libertad gira alrededor tuyo tan deprisa que es imposible meterse en ningun sitio, ni en ningún corazón, con esa energia girando a tu alrededor.