jueves, 2 de septiembre de 2010

vacio

A veces uno siente la necesidad de desaparecer del mundo, coger el bolso y desaparecer, dejar a los compañeros de trabajo trabajando, dejar a los compañeros de piso.. allí solos.. dejarlo todo, que nadie pregunte donde vas o de donde vienes y desaparecer un rato contigo misma.

Que nadie te vea, salir y sentarte en medio de la calle y que nadie te mire, que no te vean, hacer cosas para poder sentirte sola, no de soledad, sino.. sola. Sentir que el mundo sigue sin ti y que realmente eres algo pequeñito.

Como diría Mafalda "que alguien pare el mundo que me quiero bajar". Uno se cansa de dar vueltas sobre la misma rueda y quiere cambiar el sentido.

Cuando uno no puede hacer lo que quiere, con quien quiere y cuando quiere, aprende mucho de uno mismo y del autocontrol.

Hay veces que es imposible no intervenir en la vida de los demás y hay otras veces que aunque quieras modificarla o simplemente formar parte, es imposible.

¿Hasta donde es preciada la libertad?¿sabemos apreciarla?¿es tan cara como dicen? Hay veces que la libertad gira alrededor tuyo tan deprisa que es imposible meterse en ningun sitio, ni en ningún corazón, con esa energia girando a tu alrededor.